18.7.06

Negro cómo el azabache II

Pués, una vez en el puerto de Muxía, nos acompaña un coordinador de voluntarios a los aposentos. Un polideportivo con numerosas filas de colchones pegados, codo con codo, con su manta doblada encima y su almohada, esperándonos. Para ducharnos teníamos las duchas del polideportivo, pero al ser insuficientes, nos tenían instalados unas duchas de campaña militares, coordinadas por estos. Había turnos de hombres y turnos de mujeres, alternativos cada media hora. Entrabas en el vestuario, con 10 ó 12 bancos largos y pasabas alas duchas, te duchabas al grito de: ¡agua!, ¡jabón!, ¡que vá el agua otra vez!. Y pasabas de nuevo al vestuario de campaña y ya estabas como una patena.
El improvisado comedor, al ser tan numerosos los voluntarios, la lonja del puerto se había convertido en improvisado comedor. Allí llegaban todo tipo de productos donados por fabricantes, empresas, supermercados, anónimos... Y se encontraba el polvorón del record Guinnes, de varios metros de diámetro y donado por polvoroneras de Estepa, del cual nos comimos algunos trozos. Las cocineras eran mujeres voluntarias del lugar, y sirviendo la comida un grupito de militares.
Claro, ese primer día, mientras preparamos los colchones, colocamos las mochilas, nos enseñaron el comedor, también lugar de encuentro, y dado a que llegamos cuando ya se habían marchado, pues se nos vino la hora de comer encima. Comida no faltaba allí. Y al ser mesas inmensas, pues acababas conociendo a los de al lado, y realizaban la celebrepregunta bautismal: ¿vosotros sois de Cádiz? El resto del día transcurrió descansando un poco del viaje, dando una vuelta por la Zona 0, y paramos nuevamente en el comedor.
Volvimos al polideportivo a descansar (valga la paradoja) y nos encontramos que otro grupo, esta vez de universitarios/as valencianos, estaban ubicados a continuación nuestra. El compañero bloguero le tocaba dormir junto a una muchachita de buen ver, regalo que le trajo la vida.
Continuará...

5 comments:

ana said...

Ains!
Y nos vas a dejar así?? Qué pasó con la muchachita??
Y el compañero bloguero??? Que eso no nos lo ha contao.....

El Kalandraka said...

Otro día será. Si estamos atentos,sabremos el final.
La recompensa le llega al que bien sabe esperar.

malatesta said...

¡Ja, ja, ja! ¿De veras que vas a contar toda la historia? ¿Sin omitir detalle? Yo digo que no hay cojones, busano. XD.

El Kalandraka said...

Todos los detalles. El que no tiene cojones de dar la cara es el amigo bloguero.

malatesta said...

Ardo de impaciencia pues.

vamos al sol

vamos al sol