16.8.07

La bella Easo



Pues vamos a comprobarlo. Bueno, realmente miento si digo que voy a comprobar la belleza de San Sebastián. Principalmente porque no es, ni por asomo, la primera vez que la visito, pero si hace bastantes años que no la he vuelto a ver.
No se como me la encontraré con respecto a aquella última vez. Aquel Bulevard, las cervezas del Twikenham con un chupito de un licor de manzana, en botella como la del Tio Pepe, dentro. Ese Atotxa, que no volveré a ver, esa carrera de Fermin Cacho que vi en un bar, ese gol de Kiko a Polonia,... es que la última visita fué en el 92, en plenos Juegos Olimpicos de Barcelona, con el Cobi de testigo.
Recuerdo la Isla de Santa Clara, el domingo que echamos allí. con todos los enseres de playa, te vas al puerto y pillas una barca que a cada hora sale para la isla, ya por la tarde vuelves en otra. Y como se me va a olvidar ese día. Un domingo de Agosto, posiblemente fuera día 8, un sol de justicia, paseo en barca matutino que venía fenomenal, te situas en un lugar de la isla y chapuzón para quitarte el calor. Después de comer, sería las 5 más o menos, en uno de los baños pude comprobar la subida y bajada de banderas más rápida de la historia. Salté al agua con bandera verde, trás un rato dentro, vi como cambiaban la bandera verde a amarilla, decidí salirme ya, pero no había llegado la bandera amarilla a la punta del mastil cuando ya estaba la roja puesta, todo esto sin darme tiempo a salir del agua. Recogimos los bartulos y esperar barcas para la vuelta, como todo el personal que se dispuso a pasar un domingo de Agosto en la isla. El cielo totalmente cubierto de nubes negras y comenzaba a chispear. Mientras eso ocurría, Miguel Indurain se retiraba de la Clasica Ciclista de San Sebastián, y nosotros esperando turno para la barca. En vista de la metereología, las barcas no vinieron a su horario, sino que vinieron varias para hacer recogidas masivas. Entraban unas 25 personas por barca, y camino de vuelta hacia el puerto, con la mar bastante picada a esas alturas, y con una lluvía que por suerte no terminaba de apretar. El difunto, exportero del Barcelona, Urruticoechea como compañero de viaje, haciendo chistes malos, no se si porque eran malos los chistes o porque era malo él. Llegamos a puerto. Corrimos hacia el autobus que nos acercara al barrio Alza, donde vivía mi primo. Ya dentro y a mitad de camino, en pleno centro, se detuvo el autobus, porque pasaba justo por la meta de la Clásica, y pudimos ver como el mejicano Raúl Alcalá del PDM, se colocaba bien el maillot alzaba los brazos. A mi eso me fascinaba, pero calado hasta los huesos y muerto de frio, no me iba a quedar a ver la repetición.
Recuerdo la excursión a la playa de Bidart, pasando Saint Jean de Luz (Francia), y como mi primo me dijo que una casa, que se veía desde allí, era el piso franco de ETA que acababan de descubrir hacía pocos días. Allí vi mi primer helicoptero a escasos metros, los socorristas de la playa se montaron y los soltaron a bastantes metros de al orilla.
Estuve en Semana Grande, la concentración de globos aerostáticos, los concursos de fuegos artificiales, la que se forma cuando se sube la bandera de España en el ayuntamiento de Donosti, por las fiestas. Los frontones, que por Cádiz no suele haber.
Pero lo que más me asombraba siempre que iba, eran dos cosas; como mis primos lo primero que hacía por la mañana era mirar el cielo, cosa que alguien del sur, no haría nunca en Agosto; y como podía una ciudad tener tanta magia con el día totalmente cerrado de nubes. El norte es así.

3 comments:

Anonymous said...

Busano, mamoncete.

malatesta said...

Mu bonita, pero mu caros los pintxos, leñe.
A pasarlo bien, chavalotes.

totito said...

Ya he hecho yo mi cronica del viaje, espero que te guste a la vez que creo que seguro coincides

vamos al sol

vamos al sol